4.
RECORDAR
QUE EL ALCOHOLISMO ES UNA ENFERMEDAD INCURABLE, PROGRESIVA Y FATAL
Muchas personas en el mundo
saben que no pueden comer determinados alimentos (ostras, fresas, huevos, pepinos,
azúcar o cualquier otra cosa) porque si los consumen, inmediatamente adquieren
una sensación muy desagradable y aun pueden llegar a enfermarse.
Una persona que tenga una
alergia a las comidas puede vivir sintiéndose permanentemente en estado de
autocompasión, quejándose de que le ha sido injustamente negado un placer, y
reprochándose constantemente por no serle permitido comer alguna sustancia
deliciosa.
Obviamente,
aun cuando nos sintamos engañados, no es conveniente ignorar nuestra estructura
fisiológica. Si ignoramos nuestras limitaciones, podrían resultar serios
desajustes o enfermedades. Para permanecer saludables o razonablemente
satisfechos, debemos aprender a vivir con los cuerpos físicos que tenemos.
Uno de los nuevos hábitos
mentales que un alcohólico en recuperación puede desarrollar, es la observación
calmada de sí mismo como alguien que necesita evitar las substancias químicas
(el alcohol y otras drogas sustitutas) si realmente desea mantener una buena
salud.
Tenemos la prueba de nuestros
propios días de bebedores, que suman centenares de millares de años-hombre,
para totalizar una gran cantidad de bebida. Sabemos que, a medida que los años
de bebedores iban pasando, nuestros problemas relacionados con la bebida
continuamente se empeoraban. El alcoholismo es progresivo.
Claro está que muchos de
nosotros tuvimos períodos en los cuales, durante varios meses o aun años,
llegamos a pensar que habíamos logrado encauzar en alguna forma nuestra manera
de beber. Nos parecía que éramos capaces de mantener un fuerte consumo de
alcohol en forma razonablemente segura. O aún podíamos permanecer abstemios
durante largo tiempo, con borracheras muy ocasionales, y la bebida
aparentemente no se iba empeorando, hasta donde podíamos ver. No sucedía nada
horrible o dramático.
Sin embargo, ahora podemos ver
que, a corto o a largo alcance, nuestro problema alcohólico inevitablemente se
fue volviendo cada vez más serio.
Algunos médicos expertos en
alcoholismo nos dicen que no existe ninguna duda acerca del hecho de que el
alcoholismo se va volviendo cada vez peor a medida que la persona va
envejeciendo. (¿Conoce usted a alguien que no
esté envejeciendo?).
También estamos convencidos,
después de los innumerables intentos que hicimos de probar lo contrario, que el
alcoholismo es incurable, así como algunas otras enfermedades. No puede
"curarse" en el sentido de que no podemos cambiar nuestra química
corporal para regresar al estado de bebedores normales y moderados, bebedores
sociales que tantos de nosotros fuimos durante nuestra juventud.
Algunos de nosotros explican
esta situación gráficamente diciendo que nos es tan imposible volver a nuestro
estado inicial como lo es para una uva pasa volver a ser uva. Ninguna clase de
Más aún, habiendo observado a
miles de alcohólicos que no dejaron de beber, estamos firmemente convencidos de
que el alcoholismo es una enfermedad fatal. No sólo hemos visto a muchos
alcohólicos bebiendo hasta su muerte, muriendo durante los síntomas de
abstención, del delirium tremens, las convulsiones, la cirrosis del hígado y
enfermedades directamente relacionadas con el alcohol, sino que también sabemos
que muchas muertes que no son oficialmente atribuidas al alcoholismo, son
causadas por esa enfermedad. Frecuentemente, cuando se da como causa inmediata
de la muerte un accidente automovilístico o ahogamiento, o suicidio, o un
homicidio, o un ataque al corazón, o un incendio, o neumonía o infarto, fue un
consumo alcohólico exagerado la causa que condujo a la condición o evento
fatal.
Ciertamente, la mayoría de
nosotros en A.A. nos sentíamos completamente alejados de tales calamidades
cuando bebíamos. Y probablemente la mayoría de nosotros nunca alcanzó a llegar
a los horribles estados finales del alcoholismo crónico.
Pero nos dimos cuenta que podríamos llegar si continuábamos
bebiendo. Si usted se sube a un bus cuyo itinerario alcanza a una ciudad que
está a miles de kilómetros, llegará a esa ciudad, a menos que se apee durante
el camino y se mueva en otra dirección.
Muy bien, pero ¿qué puede
hacer usted si sabe que tiene una enfermedad incurable, progresiva y fatal, ya
sea que se trate del alcoholismo o de alguna otra, como un cáncer o una
afección cardiaca?
Muchas personas simplemente
niegan esa verdad, ignoran su condición, no aceptan el tratamiento, sufren y
mueren.
Pero existe otra forma de encarar el problema.
Usted puede aceptar el
"diagnóstico", persuadido por su doctor, sus amigos o usted mismo.
Luego, averiguar qué puede hacerse, si es que hay algo, para mantener
"controlada" esa condición, de manera que pueda vivir todavía muchos
años felices, productivos y saludables, mientras y siempre y cuando que usted
tome las debidas precauciones. Usted reconoce plenamente la seriedad de su
condición, y lleva a cabo todos los puntos necesarios para alcanzar una vida
saludable.
Esto, tal como se ha
demostrado, es sorprendentemente fácil respecto al alcoholismo, si usted
realmente desea la
recuperación.
Y puesto que nosotros los A.A. hemos aprendido a gozar tanto de la vida,
realmente deseamos recuperarnos y permanecer en buen estado.
Tratamos de no perder nunca de
vista el hecho imperturbable, inmodificable de nuestro alcoholismo, pero
también aprendemos a no meditar demasiado o preocuparnos excesivamente por
nosotros mismos, y hablar acerca de eso todo el tiempo. Lo aceptamos como una
característica de nuestro cuerpo, así como hemos aceptado nuestra estatura,
nuestra necesidad de anteojos o cualquier alergia que podamos tener.
Luego hacemos lo posible
confortablemente (no en forma amarga) con ese conocimiento, mientras empezamos
por evitar simplemente esa primera
copa sólo por hoy.
Un miembro de A.A. que es
ciego, dijo que su alcoholismo es muy similar a su ceguera. "En el momento
en que yo acepté la pérdida de mi vista, y tomé el entrenamiento de
rehabilitación que me fue ofrecido, descubrí que yo puedo ir a todas partes en
forma segura, con la ayuda de mi bastón o de mi perro, siempre y cuando no se
me olvide o trate de ignorar el hecho de que soy ciego. Pero cuando no actúo
con el conocimiento de que me es imposible ver, se me presentan las
dificultades y en ocasiones llego a sufrir heridas".
"Si usted desea
recuperarse", dijo una mujer miembro de A.A., "lo único que debe hacer
es tomar su tratamiento, seguir las direcciones y continuar viviendo. Es muy
fácil siempre y cuando recuerde los nuevos hechos que sabe acerca de su salud.
¿Quién tiene tiempo para sentirse "deprimido" o autocompadecerse
cuando encuentra que hay tantos placeres conectados con una vida feliz y sin el
temor de la propia enfermedad?".
En resumen: Recordamos que
tenemos una enfermedad incurable, potencialmente fatal que se llama
alcoholismo. Y en lugar de continuar bebiendo, preferimos buscar y utilizar las
formas más agradables de vida sin alcohol.
No tenemos por qué
avergonzarnos de padecer esa enfermedad. No es una desgracia. Nadie sabe
exactamente por qué algunas personas se convierten en alcohólicos mientras
otras no alcanzan ese estado. No es culpa nuestra. Nosotros no queríamos convertirnos en alcohólicos;
ni tratamos de adquirir esta
enfermedad.
No padecimos de alcoholismo
porque nos gustara, después de todo. No establecimos deliberada y
maliciosamente los hechos de los cuales posteriormente nos sentimos
avergonzados. Los
hicimos
contra nuestro mejor juicio e instinto porque estábamos realmente enfermos, y
ni siquiera lo sabíamos.
Hemos aprendido que no se
deriva ningún bien de la lamentación inútil y la preocupación acerca de la
forma como nos convertimos en alcohólicos. El primer paso hacia una sensación
de bienestar, hacia la recuperación de nuestra enfermedad, es simplemente no
beber.
Ensaye esta idea. ¿No sería
preferible para usted el reconocer que tiene una condición de salud que puede
tratarse exitosamente, que gastar una cantidad de tiempo preocupándose
miserablemente acerca de lo que está mal en usted.? Hemos visto que ésta es una
pintura de nosotros mismos, de mejor apariencia y de mayor sensación, que la
antigua representación triste que acostumbrábamos ver. Y es mucho más real,
además. Esto lo sabemos. La prueba de ello está en la forma en que ahora nos
sentimos, actuamos y pensamos. Quienquiera que lo desee puede tomar "un
período de ensayo" de este nuevo concepto de sí mismo. Posteriormente,
quienquiera que desee regresar a sus viejos días tiene la completa libertad
para empezarlos de nuevo. Usted tiene el pleno derecho de volver a tomar su
miseria si realmente la desea.
Por otra parte, usted puede
mantener esta nueva imagen de sí mismo, si la prefiere. Esto también le
corresponde por derecho.